En la medida que la tecnología se convierte en algo más esencial en todos los niveles educativos y en cada aspecto de la vida cotidiana, los niños sin acceso a la tecnología están en una creciente desventaja. Además de los obstáculos económicos y sociales que ya existen en la comunidad rural indígena peruana en donde los niños crecen, la falta de acceso a la tecnología va en detrimento de sus necesidades educacionales y la perspectiva profesional futura.
Por lo tanto, Alma está implementando clases de computación en la escuela primaria de la comunidad campesina de Chumpe localizada en el distrito de Marcapata de Quispicanchi, Cusco. Trabajaremos con 25 estudiantes del 5to y 6to grado para desarrollar conocimientos informáticos, reforzar la comprensión lectora y razonamiento matemático y prepararlos al éxito en la escuela secundaria.
No obstante, la simple enseñanza de habilidades académicas y tecnológicas no es suficiente para asegurar el aprendizaje a largo plazo y su impacto. Es por ello que Alma también reta a los estudiantes a pensar de forma crítica, creativa, y aprender valores positivos en cuanto a la persona, sociedad y medio ambiente. Al establecer una conexión entre los temas tecnológicos y académicos junto con actividades dinámicas basadas en los intereses de los alumnos, los estudiantes pueden desarrollar las habilidades analíticas necesarias para desarrollarse académicamente mientras juegan y siguen sus propios intereses y creatividad.
Los estudiantes no solamente practican el contenido de los cursos de su salón de clases, sino que también deben desarrollar un pensamiento crítico, analítico y habilidades creativas. Mediante la recepción de la información, y lo más importante, el cuestionamiento, la evaluación y reflexión acerca de la misma, las lecciones académicas tradicionales -memorísticas-, las lecciones académicas habituales se convierten en algo intrínseco en sus vidas cotidianas, a través de la cual puede ocurrir un aprendizaje significativo.