Si hay algo en lo que todos estamos de acuerdo, es que nadie parece estar de acuerdo en nada. No hay necesidad de entrar en ejemplos específicos de la polarización que afecta a las sociedades de todo el mundo – todos tenemos en todo momento una lista de ejemplos a la mano.
Estuve en Bolivia la semana pasada para reunirme con Dayana y Marcelo, nuestros nuevos Coordinadores de Proyectos, así como con Andrea, la Presidente de nuestra Junta Directiva en Bolivia y ex Coordinadora de Proyectos, para discutir el trabajo por delante en este año. Andrea, a la luz de la realidad socio-política actual en Bolivia, se inspiró para desarrollar una temática en torno a la democracia, la ciudadanía y las diferentes perspectivas existentes, por lo que pasamos mucho tiempo identificando enseñanzas respecto a la necesidad de reconocer nuestras perspectivas propias y de los demás con respecto a la realidad, los valores y principios, y a la necesidad de crear un espacio para la introspección, la reflexión, la empatía compasiva y el respeto en nuestras comunidades.
Fue una experiencia maravillosa mientras trabajábamos y debatíamos nuestras propias ideologías y perspectivas, creando una buena base de pensamientos y experiencias para aprovechar y construir alrededor.
Durante la semana, con todo esto en mente, disfruté explorando las calles en busca de los mensajes de graffiti opuestos que quedaron de las protestas de Noviembre de 2019. ¿Qué escribiríamos entonces si todos evaluamos objetivamente nuestras propias perspectivas, al tiempo que empatizamos respetuosa y compasivamente con las de un punto de vista diferente? ¿Cómo sonaría una campaña política en ese ambiente? ¡Es un ensueño que vale la pena y espero ver lo que suceda cuando los estudiantes en Bolivia asuman el desafío que este año les presenta!