Recorte de prensa. Febrero, 2023
Recorte de prensa. Enero, 2023
¿Cómo entender los cambios curriculares del 2023 en Bolivia? fue una de las preguntas que nos hicimos al iniciar esta gestión. Primero vimos importante responder esta pregunta porque ayudaría a entender a las dos partes del conflicto, por un lado, nuestros beneficiarios directos, los maestros y directores de las escuelas, y por otro lado con quienes estos primeros estaban enfrentados, nuestra coparte de trabajo las direcciones distritales y departamentales de educación. Pero también consideramos que para poder enseñar en esta gestión debíamos conocer el fondo del conflicto: qué contenidos se mantuvieron, que contenidos se eliminaron y cuáles se agregaron en el currículo boliviano de esta gestión.
Durante los tres primeros meses del año nos centramos en ver con claridad esta situación y llegamos a la conclusión que lo que existió es una nueva actualización curricular y no un cambio total del currículo educativo. Pero más allá de ello nos dimos cuenta de que en un análisis más general las guías educativas que da el Ministerio de Educación en Bolivia están alejándose del detalle de contenidos curriculares o temas que se avanzan en las aulas, para centrarse más en los perfiles de salida o competencias que los estudiantes deben lograr en cada área y año de escolaridad y esto en realidad se debe aplaudir. Pese a ello, la manera en que se presentó el Currículo 2023 y la forma en que debía ser implementado tuvo tantas fallas que la situación de conflicto escaló por mucho tiempo.
A la fecha y después de 8 meses, el magisterio urbano y el Ministerio de Educación no han solucionado del todo los conflictos; lo cierto es que en la realidad no todos los maestros están usando el nuevo currículo como se esperaría; pero tampoco es cierto que nadie en Bolivia lo esté aplicándolo. En Alma hemos incluido nuestro análisis a disposición de maestros y educadores de las ESFM; hemos compartido con ellos los cambios más notorios y las bondades que podría significar para los estudiantes los nuevos contenidos centrados en lecto-escritura, comprensión lectora, tecnología y educación emocional; más allá de centrarnos o no en robótica, ajedrez u otros puntos de conflicto. Y aunque reconocemos que su implementación requiere tiempo, materiales, equipamiento y sobre todo formación continua de maestros, creemos que esta aún es viable.
Por nuestra parte, debemos decir que en Alma Bolivia estamos a más de la mitad de camino de nuestras metas de formación para esta gestión y no hemos notado resistencia al trabajo con el nuevo currículo salvo algunas excepciones en los días más fuertes del conflicto. De hecho, hemos mantenido el enfoque metodológico de centrarnos en los procesos que los maestros cumplen en su trabajo más que en los contenidos que debe desarrollar, es decir que nos centrarnos en la planificación, ejecución y evaluación curricular más que en los contenidos curriculares y eso nos ha permitido ingresar a las aulas de los maestros para generar cambios. No digo que sea el único camino, ni siquiera creo que sea el más rápido, pero es un camino que nos acerca a la realidad de estos actores educativos, que nos permite palpar sus necesidades y responder oportunamente a estas, pues desde este enfoque primero nos centramos en lo que los maestros hacen y necesitan y luego con ellos vemos cómo incluir nuestras propuestas en ese su recorrido.
Por:
Andrea Fernández Blacutt