El día del maestro


El pasado 6 de junio se recordó en nuestro país el día del maestro boliviano y me propuse investigar por primera vez a qué se debe esta celebración. Resulta que la fecha elegida responde al nacimiento de Modesto Omiste Tinajeros, potosino que es considerado como el padre de la educación en nuestro país debido a sus aportes pedagógicos y también políticos para generar cambios en la educación.

Modesto allá por 1860 luego de concluir sus estudios enseñó en el colegio Pichincha con métodos pedagógicos nuevos para la época; siempre le preocupó la educación y procuró motivar dos cosas: la educación pública gratuita y la formación continua de maestros. Fue gestor de las Asambleas de Maestro y en ellas dio formaciones a maestros de las escuelas municipales de Potosí haciendo que estas sean consideradas las mejores del país. Gracias a sus gestiones políticas también influyó en la Ley de libertad de enseñanza de 1872.

Al leer esto, quise recordar a mi abuela Olga Yapur que fue maestra y se jubiló siendo directora de unos de los colegios públicos más importantes y respetados de Tarija. Ella nos llevaba de chicos a una de las escuelas donde daba clases en primaria, en ese tiempo la escuela de Juan XXIII era de las más alejadas de la ciudad, tomábamos el bus y teníamos que caminar largo trecho en medio de árboles y una quebrada. Era una escuela pobre, pequeña, pero con muchos niños y esa fue quizá mi primera experiencia con la educación; mi abuela nos motivaba, a mis hermanos y a mí, a enseñar lo que ya aprendimos a sus propios estudiantes y así nosotros, aún niños, nos convertíamos por minutos en educadores.

Quizá fueron las anécdotas de mi abuela, de cómo viajó montada en un burro a comunidades del chaco y escribió con piedras de cal en pizarras pintadas con carbón simulando las tizas o marcadores que ahora usamos para poder enseñar; quizá fueron sus experiencias de lucha para cambiar la forma de enseñar en colegios de la ciudad o sus tropezones en la sede de gobierno cuando quiso crecer en su profesión o quizá fueron sólo los recuerdos de ella estudiando para ascender de maestra a directora los que me motivaron a transitar con gusto el camino de la educación.

Y aunque ahora ninguno de estos dos grandes maestros está con vida, ojalá los estudiantes de la ESFM que formamos en Alma encuentren en su camino un Modesto Omiste o una Olga Yapur que los inspire, motive y les permitan transitar el camino de la educación con mucha pasión y vocación.

 

Por:

Andrea Fernández Blacutt

Modesto Omiste Tinajeros

Olga Yapur Gutierréz