Recuerdo, hace años, sentado en un pequeño salón en Sucre, Bolivia con los jefes de Educación
Del Comité de la Nación Quechua. La constitución de Bolivia considera al país una nación de
naciones, teniendo cada nación indígena un cierto nivel de autonomía. Si esta estructura es verdadera en la práctica o no, es un debate aparte. El punto es, la noción de una nación Quechua autónoma existe en Bolivia.
Después de visitar algunas comunidades y discutir las similitudes en el Quechua hablado en
Potosí con el dialecto Cusqueño, a diferencia de regiones como Ayacucho donde, aunque en Perú, el
idioma es bastante diferente, los representantes me preguntaron sobre la identidad peruana Quechua.
¿Se ven a sí mismos como una nación indígena unificada?
Las protestas que actualmente movilizan partes de Perú están aumentando, entre muchas cosas, para responder a esa pregunta.
Hay muchas perspectivas y opiniones de diversa veracidad sobre lo que está pasando en el Perú, el
por qué, y qué impactos esperar. Pero una cosa de la belleza que está volviendo a despertar aquí en los
Andes es un orgullo ser Quechua o Aymara. A menudo escuchaba en pequeñas comunidades andinas decir con una sonrisa, “somos los Incas”. Por lo tanto, este no es un sentimiento completamente nuevo, pero el sentir que somos esta tierra, somos este país, somos Perú y somos Quechua/Aymara es
alentador verlo en un momento de tanta agitación.
Espero que, a pesar de las diferencias de opiniones, antecedentes o políticas, el mensaje de que el
los indígenas del Perú están aquí y quieren ser escuchados, puede abrirse paso y ser honrado.
Ian McGroarty
Director Ejecutivo
Alma Children’s Education Foundation