Me encanta hablar con los maestros. Y por suerte para mí, puedo hablar con profesores de diferentes países con diferentes orígenes y diferentes obstáculos. Escuchar su entusiasmo y compasión por los estudiantes es inspirador, pero un tema que siempre parece desinflar la energía de los maestros es cuando hablamos sobre el papeleo detrás de la planificación, implementación y evaluación de la lección. Muy pocos maestros deciden pasar sus vidas en el aula con los estudiantes porque les encanta la planificación y la evaluación. La mayoría están ahí para la acción: la implementación real de sus lecciones. Entonces, ¿qué sucede cuando se elimina la implementación del proceso, como vemos actualmente en Perú y Bolivia?
Debido a las restricciones de la pandemia de COVID-19 y los bajos niveles de acceso a la tecnología, la mayoría de los maestros en Perú y Bolivia todavía no están de vuelta en el aula física y no pueden crear una virtual. Por lo tanto, gran parte de la implementación del plan de lecciones se basa en los padres o en la programación de la radio estatal, mientras que los maestros solo pueden centrarse en la planificación y luego en la evaluación. Aparte de los muchos obstáculos y dificultades que presenta la situación, un aspecto positivo en el que nos estamos centrando es la
importancia de una planificación de lecciones sólida y significativa. Si el maestro ya no puede controlar la implementación de una lección, ¡es mejor que se asegure de que la planificación sea clara, concisa y atractiva!
Tanto en Perú como en Bolivia estamos trabajando con miles de administradores y maestros de locales y de alto nivel para acompañarlos en el desarrollo de planes de lecciones sólidos en todos los niveles de participación (anual, trimestral, semanal, diario, etc.) El papeleo parece tedioso, pero solo cuando nos permitimos perdernos en los detalles y perder el panorama pedagógico más amplio. ¿Por qué los formatos están configurados tal cual? ¿Cuáles son los objetivos pedagógicos y socioemocionales del currículo? ¿Cómo nos ayuda el formato a lograr esos objetivos? ¿Cómo llena la metodología de Alma los vacíos, o suaviza las áreas difíciles? ¿Cómo podemos asegurarnos que los estudiantes y los padres puedan hacer esto sin más orientación? Abordamos estas preguntas y trabajamos con administradores y maestros para crear una planificación coherente y significativa para los estudiantes y los padres, iluminando no solo el «qué» que debe estar en la documentación, sino también el «por qué» y el «cómo».
La mayoría de los maestros están en ella para la acción, por lo que en nuestra realidad actual, estamos haciendo que la planificación de lecciones sea más procesable, prestando atención a los detalles pero manteniendo nuestro enfoque en la misión pedagógica más amplia.